Vierte sobre mí el don de la riqueza, para que yo vea su gloria y proclame su existencia dondequiera que vaya.
Y que el ángel del dinero me visite y ponga en mis manos el espíritu de la fortuna, para que todo lo que toque venga a prosperar y lo que sea errado pase hacer acertado.
Que el oro y la plata, vengan de las cuatro partes del mundo para que yo sea bendito y tenga muchas posesiones.
Manifiesta en mí tu grandeza y hazme ganar,
conquistar y enriquecer, porque tú eres un Dios que suma,
multiplica y agrega.
Por el poder en nombre de Jesús levanto mi voz y
profetizo que a partir de ese momento, el dinero vendrá de todas las direcciones y los aludes en abundancia.
A ahora mi destino está sellado porque soy un hijo (a) de Dios, que creó toda la riqueza del mundo y voy a ser muy rico (a).
Dame, oh Padre Celestial, el espíritu de la fortuna y toda su riqueza y abundancia en mi vida, según tus designo, porque para
ti Señor todo es posible!,
sé que el Señor puede interferir en mi vida y que mi llamamiento para llegar a sus riquezas, vertido en mi vida será concedido.
Eso es lo que te pido y determino que pasará, por mi fé en el
nombre poderoso de Jesucristo,
Amén