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martes, 7 de enero de 2020

ÚTERO Y SUS CONFLICTOS EMOCIONALES

El útero simbólicamente representa la casa, el hogar, el nido.
El útero es nuestro primer hábitat, la primera casa que habitamos, el primer entorno con el que nos identificamos. Todo lo que vivamos y sintamos en él quedará profundamente archivado en nuestro inconsciente y conformará los cimientos de nuestro Proyecto Sentido.
Para la madre, el útero representa la concepción, la recepción y la organización del nido para el hijo que llega; el territorio y la responsabilidad y capacidad de organizarlo.
Las intrusiones en el territorio y todo lo que pueda limitar o condicionar esa capacidad de organizarlo libremente afectará emocionalmente a la mujer y, por ende, se reflejará en su biología.
Además, al ser el órgano de la menstruación, los problemas relacionados con el útero generan alteraciones directas en la regla, afectando su periodicidad, su regularidad, su duración y su intensidad, por lo que pone de manifiesto cómo vive la mujer su feminidad, su sexualidad y su rol como madre, educadora y esposa.
Al tratarse de la primera casa que habitamos, los síntomas y problemas asociados al útero siempre están relacionados directa o indirectamente con situaciones en las que la madre siente que no puede llevar a buen término la gestación del niño o sufre porque cree que no puede nidificar adecuadamente o le invade una angustia profunda porque teme no poder llevar a cabo el papel de madre.
A menudo, son conflictos vividos como pérdida y, otras veces, éstos tienen claras connotaciones sexuales relacionados con la pareja.
La biología de la mujer que tiene dificultades o no puede dar a luz debido a problemas en su útero nos revela que anhela tener un hijo; pero que sus miedos profundos le bloquean y le impiden cumplir sus deseos.
También es posible que esté resentida consigo misma porque cree que no será capaz de proporcionar un hogar y un ambiente familiar idóneos para su hijo.
Muchas veces se trata de memorias transgeneracionales de otras mujeres del clan familiar que enfrentaron y sufrieron este tipo de circunstancias en sus vidas; programas inconscientes que la mujer recibe desde el momento en que es concebida, bien por lealtad y afinidad transgeneracional o por Proyecto Sentido de su madre o de su abuela materna.
Las patologías más frecuentes relacionadas con el útero son las infecciones, los trastornos funcionales, los fibromas, los miomas, los pólipos, los tumores y el cáncer.
Se trata siempre de conflictos relacionados con la pareja o con embarazos que han ido mal, abortos, partos difíciles y peligrosos o situaciones que ponen el riesgo la supervivencia, continuidad y renovación del clan.
Cualquier síntoma referido a esa parte de su cuerpo muestra la existencia de conflictos emocionales que la limitan en sus deseos y capacidades como generadora de vida. Conflictos que comprometen seriamente su función materna y que delatan cómo vive y siente su relación de pareja.
Fibromas
Los fibromas, o quistes, son tumores benignos de tejido fibroso que se forman con frecuencia en el útero. Al no causar dolor, pueden pasar inadvertidos incluso durante años. La presencia de este tejido puede generar en la mujer el efecto psicológico de que alberga un bebé en su útero. En estos casos, los fibromas uterinos revelan a menudo un rechazo profundo de esa mujer a comprometerse plenamente con su pareja o amante.
Sin embargo, biológicamente cualquier fibroma o quiste revela la existencia de un rencor reprimido y cuando aparecen en el útero es porque ese resentimiento va dirigido hacia la pareja. Son agravios y desplantes que se repiten o se mantienen en el tiempo. La mujer se siente lastimada, injustamente atacada en su integridad. Durante mucho tiempo madura ese resentir reprimido que acaba solidificándose. Los quistes son penas y rencores acumulados durante largo tiempo con los que simbólicamente la mujer pretende amortiguar esos golpes y los que puedan llegar.
Pueden ser también pesares y dolores acumulados y sostenidos en el tiempo por el fallecimiento de un hijo, por haber sufrido un aborto, por haber dado un hijo en adopción e incluso por la separación de un hijo hospitalizado durante sus primeras semanas o meses de vida. La mujer con quistes en su útero debe tomar conciencia de su situación y dejar de creer que es mejor madre y persona por conservar su dolor por el hijo perdido.
Miomas
Son tumores benignos que se forman en el útero en mujeres fértiles y maduras, raramente en menores de 20 años o en mujeres menopáusicas. Habitualmente, la presencia de miomas provoca infertilidad y pueden llegar a ocasionar también abortos, así como partos prematuros.
En los casos de miomas uterinos son muy habituales las situaciones de frustración sexual. Mujeres que sufren porque no pueden llegar a disfrutar o consumar el acto sexual. Conflictos también en los que la mujer sufre una angustia profunda porque se siente incapaz de encontrar pareja y, en consecuencia, se ve privada de la copulación. En el fondo, los miomas uterinos son un programa biológico ante un conflicto de territorio; falta algo, hay un vacío en la casa –el útero- que inconscientemente lleva a la mujer a rellenarlo.
Cáncer de cuello de útero
El cáncer de cuello de útero responde a conflictos de frustración sexual con el macho que son vividos por la mujer como sucios, como golpe bajo o traición. También se añade a menudo un conflicto de separación porque la mujer sufre la falta de contacto con el ser querido, bien porque no está, bien porque lo ha perdido o se ha ido con otra. Esa mujer sufre porque desea ser poseída. Se siente sola y le invade una angustiosa frustración sexual. Afronta con desamparo la certeza –en unos casos- o la sospecha –en otros- de haber sido abandonada o sustituida por otra. Vive en soledad el dolor de no haber sido la elegida o de sentirse la segunda. Conflictos, en definitiva, de separación y de desvalorización sexual.
En ocasiones, ni siquiera es necesario que estas situaciones sean reales. La sospecha de no haber sido la elegida o de haber sido sustituida por otra y el miedo que esto genera pueden ser suficientemente intensos para activar la biología de esa mujer que puede acabar sufriendo cáncer de cuello de útero.
Endometriosis
El endometrio es la capa mucosa que recubre el interior del útero. Durante la ovulación, esta capa se engrosa para recibir el óvulo fecundado y favorecer su adecuado desarrollo. Durante los ciclos menstruales que terminan sin fecundación esta capa es eliminada junto con el flujo sanguíneo de la regla.
El desarrollo excesivo de esa mucosa y su expansión a otras zonas próximas se conoce como endometriosis. Cuando el tejido endometrial aparece en la vesícula, que representa el órgano vinculado a la organización y marcado de territorio, se trata de conflictos surgidos habitualmente en el hogar o en el trabajo. Si el tejido endometrial se desplaza hasta los ovarios es porque la mujer ha vivido o está viviendo un conflicto de pérdida, probablemente un aborto o la muerte prematura de un hijo. En estos casos suele haber memorias transgeneracionales de niños fallecidos al nacer o en la primera niñez. Cuando la endometriosis se manifiesta en el recto siempre hay detrás situaciones que la mujer ha vivido como traición y golpe bajo por parte de su pareja.
La endometriosis pone de manifiesto que la mujer siente que no dispone del nido o la privacidad adecuados para procrear. Puede tratarse de un hogar inadecuado, un ambiente familiar tóxico o la presencia de otras personas, como por ejemplo la familia política. Todo ello limita la capacidad y la libertad de la mujer para organizar su territorio y sentir que éste reúne las condiciones idóneas para que crezca su hijo.
Más habitualmente, la endometriosis responde a memorias transgeneracionales y de Proyecto Sentido surgidas de muertes ocurridas en partos anteriores o partos que resultaron peligrosos. Puede tratarse incluso de la memoria del propio parto de la mujer que sufre endometriosis si éste implicó un sufrimiento excesivo y dolor tanto para ella como para su madre.
La memoria celular de esa mujer guarda latente toda esa información que se activa y manifiesta cuando anhela ser madre; memoria que puede llegar a obstaculizar ese deseo a través de su biología para evitar la posibilidad de repetir episodios de dolor y peligro. La mujer desea tener un hijo; pero hay algo más fuerte y profundo que lo impide. Es un miedo inconsciente que bloquea su deseo.
Pólipos
Cuando el endometrio crece en exceso sin desplazarse fuera del útero puedo dar lugar a la aparición de pólipos que se incrustan en la pared del útero. La presencia de estos cuerpos extraños en el útero no suele manifestar síntomas; pero sí puede provocar irregularidades en la intensidad y la periodicidad de la regla, así como metrorragias o sangrados vaginales desvinculados de la menstruación.
Los pólipos endometriales son causa probable de infertilidad porque comprometen seriamente la posibilidad de quedarse embarazada y dificultan el mantenimiento de embarazos en curso. Los pólipos endometriales ponen de manifiesto la inseguridad de la mujer sobre su capacidad para llevar a cabo el embarazo. También evidencian sus dudas para comprometerse plenamente con su pareja, así como sus miedos ante la posibilidad de recibir a su hijo en un ambiente familiar o en un hogar inadecuados.
La mujer que sufre cualquiera de las enfermedades vinculadas al útero debe tomar conciencia de las circunstancias de su Proyecto Sentido, de las posibles memorias transgeneracionales a las que está expuesta y, por supuesto, de esos miedos e incertidumbres que le están bloqueando. A partir de esa toma de conciencia podrá realizar los cambios necesarios en su vida para liberarse haciendo consciencia.

Jean Pierre García Elisea
Terapeuta Biodecodificador


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SANAR LA CARENCIA MATERNAL EN TU CLAN
Este vínculo es el más importante, porque es el primero que mantenemos en nuestra vida. De ella nos nutrimos, y conforme haya sido esa nutrición, serán las herramientas que tendremos para enfrentar la vida, de ella recibimos la energía de vida, conforme haya Sido esa energía, así nos sentiremos.
Cuando veas a una persona siempre enojada, su enojo en realidad es con su madre, de un modo muy inconsciente. Comúnmente se dice: está enojado con la vida, o está en guerra con la vida, la madre representa la vida, si yo no estoy en paz con mi madre estaré en guerra con mi vida. Por eso la importancia de sanar este vínculo. Muchas de nuestras enfermedades, son del niño que no recibió ese amor que le hizo falta de su madre, quedó desnutrido emocionalmente.
De la madre se desprende la relación que mantenemos con nuestro CUERPO, la relación que mantenemos con el MUNDO, la relación que mantenemos con la COMIDA, la relación que mantenemos en OTRAS RELACIONES.
Recordemos que es la madre la primera que nos alimenta, y conforme haya sido ese alimento, será la nutrición en forma de ENERGÍA DE VIDA que tendremos para enfrentar la vida.
La madre está ligada a nuestra ABUNDANCIA, si no nos sentimientos abundantes emocionalmente con nuestra madre, cuando fuimos niños, me sentiré carente en el mundo, en mi vida de adulto.
Maternamos a nuestros hijos conforme nos maternaron a nosotras. Puede pasar también que me vaya al otro extremo, ser diferente con mis hijos en comparación con mi madre, de igual modo, tengo que saber, que aquí se está hablando de energía de vida, si mi mamá fue autoritaria y hoy yo soy permisiva, y no recibí de ella energía de vida, de igual modo me costará muchísimo criar a mí a hijos, ya que CAREZCO de dicha energía.
¿POR QUÉ MI MAMA NO ME DIO ENERGÍA?
Porque ella no la recibió de su propia madre, por consiguiente no la tenía en ella misma, para entregármela a mi. "Damos lo que tenemos".
Generalmente no podemos dar energía de vida a nuestros hijos, que no hayamos recibido de nuestra propia madre.
Si yo no recibí un maternaje apropiado, óptimo, donde todas mis NECESIDADES EMOCIONALES, AFECTIVAS estuvieran cubiertas, me costará maternar a mis hijos, ya que no recibí energía de vida de mi madre, mi madre tampoco tuvo energía de vida para maternarme como debió hacerlo.
El DOLOR, el BLOQUEO, la CARENCIA de dicha energía, se arrastra de generación en generación, y si hoy quiero que fluya para beneficiar a mis hijos y a mi misma, debo liberarla, desde anscestras a descendientes.
El bloqueo está en el pasado, en las infancias de nuestras anscestras. Recordemos que en la infancia damos a nuestros hijos la energía de vida para desarrollarse en su vida de adulto, y si no la damos sabiamente, ENFERMAMOS, BLOQUEAMOS ese influjo.
Cada generación que no recibió sabiamente dicha energía de sus madres, se queda mirando hacia el pasado, esperando esa energía, desprotegiendo a la descendencia, no nutriendo a la descendencia.
Muchas madres, SIGUEN ESPERANDO el amor que no recibieron de su madre, no logrando cortar el cordón sanamente, cuando hacemos esto, estamos desprotegiendo a nuestros hijos. Debemos sanar este aspecto. Mientras yo esperé amor de mi mamá siendo una adulta con hijos, debo saber que no estoy nutriendo a mis hijos, quedándome en un estadio infantil. Creando una CADENA de DESNUTRIDOS EMOCIONALES.
AHORA TRABAJEMOS CON LAS MUJERES DE NUESTRO CLAN:
- Imagina y visualiza, aunque no la conozcas, a tu bisabuela. Imagina que una luz poderosa la sostiene, abajo de tu bisabuela está tu abuela. Tu bisabuela le dice a tu abuela: no puede estar disponible para ti como debí estarlo, no pude maternarte como debí hacerlo, no tuve la energía de vida que necesitaba. "Lo siento". Ahora estoy presente y puedes tomarme de un modo diferente, puedes tomar mi energía. Tu abuela respira y se llena de esa energía.
- Tu bisabuela le dice: Se que te hice falta, sé que no te cuide como debería haberlo hecho, sé que de un modo inconsciente te hice daño, pero ahora estoy aquí para reparar el daño, ahora estoy presente para ti y puedes tomarme. Tu bisabuela abre los brazos enormes y la toma a tu abuela entre sus brazos. La llena de energía de vida, esa que no supo darle cuando fue niña. El amor en estos momentos fluye entre ellas dos. Ahora en estos momentos está ingresando esa energía. Ahora tu abuela recibió esa energía, ahora puede girar hacia la vida y ver a tu madre.
- Imagina y visualiza ahora a tu madre, ella en estos momentos está por recibir la energía de vida que no recibió siendo niña, la visualizaras pequeñita, justo en el momento que tuvo que recibir el amor de su madre y no lo recibió, simularemos su infancia.
- Su mamá, tu abuela, le dice: Hija, no pude estar disponible para ti como tú lo necesitaste "lo siento" Sé que me necesitaste de un modo diferente, sé que no te dí el amor que hubieras querido, sé que te hice sentir desprotegida, sé que no te tuve paciencia como debí haberte tenido, sé que te hice falta. Se que necesitaste más dulzura de mi.
- Ahora estoy presente como me necesitas tener, puedes tomarme. Tu abuela extiende los brazos y la toma a tu madre de una manera profundamente amorosa.
Así es como liberamos, pasa la energía de vida.
- Tu madre ahora se gira y puede mirarte a ti. Recordemos que ella se quedó detenida esperando el amor que no recibió de su madre, tu abuela, se quedó detenida en una psiquis de niña. En estos momentos ya tiene la energía de vida para darte. Ahora es una mujer madura, ahora es una madre "no una niña carente" es una madre abundante. Ahora que es una mujer madura puede entregártelo a ti.
- Visualiza como baja la energía de vida, de mujeres poderosas, luminosas, amorosas. Tu madre está apoyada por su madre, tu abuela está apoyada en su madre. Ahora te toca el turno a ti.
- Tu madre ya es una mujer, ya salió del estadio de niña al recibir esa energía de su propia madre, ahora puede mirarte a ti, antes no podía mirarte porque seguía esperando esa energía de su madre y estaba en estadio de niña.
- Tu mamá te dice: hija, no pude estar contigo como debería haber estado, no pude ser la mamá que hubieras querido, no pude protegerte como te hizo falta "lo siento" "lo lamento". Sé que te hice falta en muchos momentos que me necesitaste atenta. "Se que te hice daño, lo lamento" no tenía la energía para maternarte como te lo merecías "Lo siento" Quiero reparar este dolor que te causé por no protegerte. Ahora estoy presente para ti, porque crecí, maduré, puedes tomarme. Tu madre extiende los brazos, te toma, te abraza fuertemente. Ahora puede dejar de mirar a su madre, pidiendo que la siga maternando, para maternarte a ti. Dejó de ser una niña, ahora es una mujer, tu madre, ella te protege a ti. Deja de mirar el pasado, para mirarte a ti, el pasado solo la respalda, pero sus ojos ahora están puestos en ti.
* Siente como ingresa esa energía de vida en ese abrazo, siente como ingresa en tu cuerpo.
* Siente como esa energía de vida te hace crecer, madurar, fortalecerte, brillar. Dejas de ser un niñ@, pidiendo que te maternen, dejas de sentirte carente y desprotegido, para convertirte en un adulto empoderado, fuerte. Siente esa energía de vida en cada célula de tu cuerpo.
Ahora agradeces a tu mamá, a tu abuela, a tu bisabuela está entrega. Las miras, y les dices: gracias a todas!!
Ahora mira al futuro, mira hacia delante, a la vida, tu vida. Estás protegido por todo el linaje, respaldado, te miran con buenos ojos y te alientan a mirar hacia el futuro, hacia la descendencia, su legado.
Entrega toda esta energía a tus hijos en caso de tenerlos, o a tus proyectos que tengas para tu vida.

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