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miércoles, 27 de noviembre de 2019

HABLEMOS DE LAS RODILLAS
Las rodillas en sí mismas nos permiten doblar nuestras piernas al caminar, al sentarnos, al agacharnos, al subir o bajar escaleras, al correr, etc.
Es la “bisagra” que permite a esa pierna recta, poder “doblarse” y lograr con ello algún movimiento específico.

Algo importante a revisar, cuando estamos hablando de una rodilla o de la otra, es nuestra lateralidad biológica.
Recordemos que una cosa es nuestra lateralidad funcional: diestro, zurdo o ambidextro.

Pero la lateralidad biológica, sólo podemos descubrirla aplaudiendo.
Aplaude unas 25 veces seguidas y fíjate qué mano “golpea” a la otra. La mano que golpea, es tu lateralidad biológica. Aplaude a la altura de tu cara con los brazos relajados, casi doblados 90°.
Una vez que descubras cuál es tu lateralidad biológica, aprende lo siguiente:
- Si eres diestro biológico, tu rodilla derecha estará en relación con asuntos de pareja.
- Si eres diestro biológico, tu rodilla izquierda, siempre estará relacionada con asuntos de “tus hijos” o “tus padres”.
- Si eres zurdo biológico, tu rodilla izquierda estará en relación con asuntos de pareja.
- Si eres zurdo biológico, tu rodilla derecha, siempre estará relacionada con asuntos de “tus hijos” o “tus padres”.
Hasta aquí ya sabes por dónde comenzar a buscar la razón de tus problemas en tu rodilla o en ambas rodillas.
Ahora que ya sabemos para qué sirven las rodillas: doblar las piernas, podemos comprender fácilmente que el conflicto principal es encontrar la causa emocional por la cual “no podemos doblarnos”, por la cual “nos duele doblarnos”, por la cual “no es imposible doblarnos”.
¿Qué pasa si yo no puedo doblar mis rodillas?
¿Qué pasa si me duele doblar mis rodillas?

QUE NO PUEDO AVANZAR, NO PUEDO SUBIR, NO PUEDO SUBIR, NO PUEDO CORRER, NO PUEDO CAMINAR, NO ME PUEDO SOSTENER, ETC.
¿Y si resumiéramos todo lo anterior en una sola palabra cual sería?
DESVALORIZACIÓN
Porque todos nosotros ya sabemos que la DESVALORIZACIÓN, ataca huesos, tendones, articulaciones y músculos.
Y tanto puede ser que yo me auto desvalorice, como que alguien a mi alrededor me desvalorice.
¿Cómo puedo auto desvalorizarme de forma que yo mismo afecte mis rodillas?
- Pensando o sintiendo que ya eres muy grande para realizar alguna actividad.
- Pensando o sintiendo que ya te ves ridículo haciendo alguna actividad que te gustaba, como bailar por ejemplo.
- Pensando o sintiendo que ya no eres “tan hábil como antes”, para alguna actividad.
- Pensando o sintiendo que toda la vida has vivido sometido o sometida a la calificación de alguien (tu madre, tu padre, tu pareja, tus hijos).
- Cuando sientes que ya no eres tan buen deportista como cuando eras joven.
- Cuando sientes y piensas que es imposible cambiar de rumbo.

¿Cómo pueden los demás desvalorizarme?
- Haciéndome sentir lento, decirme que soy lento
- Haciéndome sentir responsable de algo que no me corresponde y yo sentirme obligado a obedecer.
- Diciéndome que no soy bueno para algo: correr, brincar, meter goles, etc.
- Diciéndome que “estoy anciano” y que ya no debería hacer “tal cosa”.
- Obligándome a hacer algo que no quiero.
- Diciéndote o haciéndote sentir que no hay otro camino más allá del que ya sigues (costumbres familiares, costumbres sociales, creencias).

Con todo lo anterior, podemos entender que las rodillas se dañan o comienzan a doler o a punzar por una “emoción”, una mala emoción. Pensamientos repetitivos de desvalorización.
CONFLICTOS EMOCIONALES A BUSCAR:
- Ya no soy tan buen futbolista, corredor, nadador, etc.
- Ya no quiero obedecer a tal autoridad (padre, madre, jefe).
- Ya no quiero vivir sometido (a) a las necesidades de mis hijos (alumnos).
- Tengo miedo a decirle a mi madre (padre, tía, etc.) que ya me pesa cuidarlo.
- Temo decirles a mis hijos (alumnos, sobrinos, etc.) que ya están grandes y que ya no los voy a servir.
- Tengo miedo de decirle a mis padres que ya no quiero seguir con tal actividad.
- Tengo miedo de decirle a mi madre o a mi padre que ese deporte no me gusta.
- Tengo miedo de decirle a mi entrenador que quiero dejar al equipo.

Y ahora observemos que afectan una zona específica de la o las rodillas en donde tengo molestias:
PARTE INTERNA EXTERNA (La que toca a la otra rodilla si nos sentáramos con las piernas juntas):
- Molestia, enojo, ira por “sentirme obligado a hacer algo”.

MENISCOS (La parte que tocarían las puntas de tus dedos, si pusieras las manos sobre tus rodillas):
- Hay algo que me preocupa, que me tiene angustiado, pero de seguir, no puedo doblegarme, rendirme.

MENISCOS POR FUERA (La parte que tocarían tus rodillas a otras personas que estuvieran sentadas a tu lado):
- Rencor, siento rencor hacia una persona a la que yo “tengo” que “querer”, cuidar, mantener, vigilar, proteger, etc.

MENISCOS POR ARRIBA (La parte en donde colocarías tus manos si te dijeran “pon las palmas de tus manos” sobre tus rodillas):
- Siento rencor por esa persona, nunca me doblegaré ante ella o él.

PARTE POSTERIOR DE LAS RODILLAS:
- Desvalorización o Auto Desvalorización deportiva.
- Me niego a cuidar a ese bebé (hijos, nietos, niños, alumnos, mascotas), reales
o simbólicos.

LIGAMENTOS DE LAS RODILLAS:
- Deseo que llegue el día en que por fin pueda dejar de ser doblegado (a) por esta persona (padre, madre, profesor, jefe, etc.)
- Estoy harto (a) de obedecer a esta persona, autoridad.
DOLOR INTERNO EN LA RODILLA (Me duele por dentro):
- Enojo, ira, coraje, molestia por tener que doblegarme, no quiero ser flexible, no quiero cambiar de rumbo, no quiero seguir por el mismo camino.

RÓTULA DE LA RODILLA:
- Me siento obligado por mi familia (a lo que sea). Mi familia me obliga a…
- Obediencia y/o sumisión ante alguien (quién sea).
- Me equivoqué al elegir a tal persona (y ahora me obligo a permanecer con ella o él).
- Vivo esperando a que mi vida cambie.

Por lo tanto, si bien las molestias en las rodillas son altamente comunes en mujeres maduras, deportistas u hombres maduros, no es normal.
El sentir que alguna actividad nos es incómoda, insoportable, pero nos negamos a decirlo a expresarlo, obviamente puede dañarnos las rodillas.
Sentir que debemos cambiar de rumbo cuando nosotros íbamos bien.
Sentir que ya queremos cambiar de rumbo pero no nos dejan, no me lo permiten o no me lo permito.

Ejemplos prácticos de problemas que causan molestias en las rodillas:
- Debo mantener a mis padres
- Debo visitar a mis padres
- Debo llamar a mi madre
- Debo obedecer a mi padre
- Debo hacer lo que pidió mi jefe
- Debo cuidar a mi “X” porque está enfermo, porque nadie más puede hacerlo.
- Mi mamá llegó a vivir a mi casa y no puedo decir que no me agrada la idea.
- Mi papá quiere que yo herede el negocio, a mí no me gusta eso.
- Ya no soy tan buen deportista, yo era muy bueno.

Así que observen, ante cualquier molestia de RODILLA, qué ha ocurrido, qué pasó, porque obviamente es algo que comienza muy ligero pero que puede convertirse en una molestia permanente si yo permanezco en el conflicto emocional.
Así las cosas…
Akasha Sanación Integral
Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco.


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